¿ Qué es la NMG ( nueva medicina Germánica) ?
Resulta ser que la enfermedad es otra cosa, y el Cáncer no es lo que nos contaron.
Si pudiera definir con mis palabras la Nueva Medicina Germánica, es una forma de perder el miedo, y retomar el equilibrio de nuestra salud, comprendiendo realmente la maquinaria de primera generación que tenemos (nuestro cuerpo) y por ende los cambios que nos suceden.
La finalidad de conocer las leyes de la naturaleza, no es sólo comprender el sentido biológico de las conocidas “enfermedades”, sino también poder empoderarnos en nuestra vida tomando decisiones que colaboren a nuestra salud, doy fe que el conocimiento de esta leyes son claves para mis sesiones.
La NMG se basa en los descubrimientos de trabajo de campo del Dr. Ryke Geerd Hamer, médico Alemán contemporáneo, quien luego de vivir en primera persona un hecho inesperado donde muere su hijo, tanto él como su mujer desarrollan un diagnóstico de CÁNCER, lo cual no sólo llamó poderosamente su atención, sino que este fue el motor de años de investigación, desarrollo y finalmente el grandioso aporte a la medicina, de las 5 Leyes Biológicas.
La enfermedad es un proceso biológico en el cual tu cuerpo intenta adaptarse a una situación totalmente dramática, vivida en soledad y de una manera totalmente inesperada. (shock biológico-DHS).
Para poder comprender un poco más, es necesario hacer esta aclaración, nuestros cerebros no distinguen lo real de lo simbólico, por ende cuando hablamos de un “bocado”, este bocado podría ser “un trozo de pan” como también “eso que yo quiero atrapar” (por ejemplo).
Otro ejemplo: Si yo me trago lo que quise decir en un momento de enojo y por -inhibición a la acción- no lo he hecho, para el cuerpo esto es exactamente lo mismo que haber tragado “comida difícil de digerir”, por ende mi cuerpo en su intento de siempre darme lo que necesito, hará un aumento de función de ácido clorhídrico en el estómago para poder digerir este bocado simbólico, luego nos dirán que tenemos “acidez”.
Esto mismo se puede aplicar a cada cambio que detectamos en nuestra biología, si vamos a la fuente de la NMG que nos explica el desarrollo de capas embriológicas y las funciones de los tejidos, y trabajando en conjunto con quien tiene los síntomas, es posible detectar: ¿Qué tipo de conflicto está teniendo la persona? ¿En qué etapa se encuentra del mismo? ¿Qué es esperable que suceda en los días posteriores? Y también generar estrategias para llevar adelante.
Para la biología no hay nada “bueno” ni “malo”, solo hay adaptaciones. Para la biología no hay nada roto, enfermo ni que sanar, solo estamos en proceso.
Entender esto, no sólo es la salida del miedo, sino también la apertura a la calma, y la llave que abre la medicina del futuro para quienes estén listos.
- PSICOGENEALOGÍA -
ANÁLISIS TRANSGENERACIONAL
La psicogenealogía es una rama de la psicología que estudia la influencia de las experiencias, traumas y patrones de comportamiento de nuestros antepasados pueden afectar nuestra vida presente. Basada en la teoría de que la familia es un sistema interconectado, la psico genealogía sostiene que nuestras experiencias y comportamientos están influenciados por las vivencias y decisiones de nuestros ancestros.
Al explorar estos patrones heredados, podemos comprender mejor las dinámicas familiares y liberarnos de la carga emocional que afecta nuestro bienestar.
El objetivo es lograr una vida más plena y auténtica, donde podamos identificar cuál es nuestro “punto ciego”, aquello que por resonancia no podemos ver, y buscar los puntos medios en aquellos extremos que se han vivido en la historia que nos antecede.
La influencia de Ancelin Schützenberger
Anne Ancelin nació en Francia en 1919 y creció en París, donde vivió la mayor parte de su vida. Obtuvo un Doctorado en Psicología y otro en Letras. Se especializó en psicología social en Estados Unidos. A lo largo de toda su vida recibió formación profesional en muchos enfoques, entre otros, el Psicodrama de Moreno y el Psicoanálisis. Su obra, “¡Ay, mis ancestros!”, se convirtió en un best seller.
A los 85 años enseñó el método transgeneracional en Argentina y otros muchos países. Luego termina su estudio sobre la clarificación de lazos transgeneracionales, secretos de familia, lealtades familiares invisibles y duelos no hechos de pérdidas diversas personales y familiares. Este documento es la traducción de una entrevista que le hacen las autoras Patrice Van Eersel y Catherine Maillard y que aparece en la obra “Mis antepasados me duelen” (Ed. Albin Michel, 2002)
Teórica e investigadora de campo a la vez. Perteneció a la resistencia, fue profesora en varias universidades, psicoterapeuta con formación en psicoanálisis, abierta a todas las innovaciones. Como analista de grupo, fue una de las primeras psicoterapeutas en utilizar el psicodrama de Moreno en Francia. Profesora emérita de la facultad de psicología de Niza, en donde dirigió el laboratorio de psicología social y clínica. Trabajó con Robert Gessain, Jacques Lacan, Francois Dolto, Carl Rogers, JL Moreno, Margaret Mead y Gregory Bateson, la escuela de Palo Alto y la escuela de dinámica de grupos de Kurt Lewin. Se convierte en una celebridad cuando publica su libro “Ay Mis Ancestros” el cual llega a ser un best seller mundial. Para muchos académicos y psicoterapeutas es ella quien introduce la dimensión transgeneracional en su práctica a través de un elemento preciso: el síndrome de aniversario.
“Somos menos libres de lo que creemos» Dice Anne Ancelin Schutzemberger, pero tenemos la posibilidad de conquistar nuestra libertad y de salir del destino familiar repetitivo de nuestra historia, comprendiendo los vínculos complejos que se han tejido en nuestra familia e iluminando los dramas secretos, los no dichos y los duelos inconclusos…”.
¿Su método? La “terapia transgeneracional psicogenealógica”, en la cual la misión primordial es rastrear nuestras lealtades invisibles y nuestras identificaciones inconscientes repetitivas (buenas o trágicas) que nos obligan a “pagar las deudas” a nuestros ancestros y a repetir las tareas interrumpidas mientras no estén cerradas. Así lo escribe en su libro “¡Ay, mis ancestros!”:
“Nuestra vida es una novela. Tanto usted como yo, vivimos prisioneros de una invisible tela de araña, de la cual al mismo tiempo somos artífices. Si aprendiéramos a utilizar nuestro tercer oído, nuestro tercer ojo, a comprender, a escuchar y a ver estas repeticiones y coincidencias, la existencia de cada uno sería más clara, más sensible a lo que realmente somos y a lo que deberíamos ser.
¿Acaso no podemos escapar a estos hilos invisibles a estas triangulaciones, a estas repeticiones?”
